PRISMA (PRecursore IperSpettrale della Missione Applicativa/Precursor Hiperespectral de la Misión de Aplicación) es un programa financiado por la Agencia Espacial Italiana (ASI) y representa una excelencia mundial, que pone de relieve la capacidad de Italia para proporcionar un sistema espacial completo, desde el diseño hasta la construcción, desde el lanzamiento hasta la gestión de datos en tierra.

Desde su órbita, a una altitud de unos 620 kilómetros, el satélite PRISMA observa la Tierra a escala mundial con ojos diferentes, estando equipado con una innovadora instrumentación electro-óptica. El satélite italiano observa el planeta con el instrumento hiperespectral operativo más potente del mundo, capaz de trabajar en numerosas bandas estrechas y contiguas dispuestas desde el visible al infrarrojo cercano (VNIR, Visible y Cercano al Infrarrojo) y hasta el infrarrojo de onda corta (SWIR, Short Wave InfraRed).

PRISMA fue desarrollado por una Unión Temporal de Empresas, dirigida por OHB Italia, responsable de la misión y la gestión de los tres segmentos principales (tierra, vuelo y lanzamiento) y Leonardo, que construyó la instrumentación hiperespectral electro-óptica además de los equipos de a bordo, como paneles solares y unidad de suministro de energía.

PRISMA fue lanzado el 22 de marzo de 2019 por Arianespace, a bordo de un portaaviones VEGA, diseñado y concebido por AVIO, que despegó de la base espacial europea de Kourou (Guayana Francesa).

El papel de Telespazio

Para el programa PRISMA, Telespazio estableció el Segmento Terrestre y gestionó la fase LEOP, que va desde el momento en que el satélite se separa de la portadora, hasta que alcanza su posición orbital final, así como las pruebas en órbita.

El Segmento Terrestre incluye el centro de control de la misión, que se encuentra en el Centro Espacial de Fucino, y el centro de adquisición, procesamiento y distribución de datos en Matera.

La Misión

La misión podrá ofrecer una contribución sin precedentes a la observación de los recursos naturales desde el espacio y al estudio de los principales procesos ambientales (por ejemplo, las interacciones entre la atmósfera, la biosfera y la hidrosfera; la observación del cambio ambiental y climático a nivel mundial; y los efectos de las actividades humanas en los ecosistemas).

En el plano de las aplicaciones, PRISMA podrá proporcionar información valiosa para apoyar la prevención de los peligros naturales (como los hidrogeológicos) y antrópicos (incluida la contaminación del suelo), la vigilancia del patrimonio cultural, las medidas de ayuda a las crisis humanitarias, las actividades agrícolas y la explotación de los recursos minerales.